¿Sabías que la falta de luz afecta directamente a tu grasa?
NS
Es habitual que durante los meses de invierno cueste más mantener el peso deseado, cambia la alimentación, la forma de vestirse, el estilo de vida y la actividad física, pero hay otro factor más que seguramente desconocías y boicotea directamente tu pérdida de peso, se trata de la de la falta de luz.
Según ha revelado un estudio del Instituto de la Diabetes de la Universidad de Alberta, en Edmon (Canadá), la baja exposición solar favorece el aumento de grasa corporal. Esto se debe a que cuando las longitudes de onda de la luz azul del sol penetran en nuestra piel y alcanzan las células de grasa, las gotas de lípidos disminuyen de tamaño y se liberan de la célula. Es decir, nuestras células no almacenan tanta grasa y la insuficiente luz solar puede promover el almacenamiento de lípidos y contribuir al aumento de peso.
Aunque este factor no se pueda modificar, existen otros que sí pueden manipularse para evitar ese aumento de peso durante el invierno e incluso perder algunos kilos. Uno de ellos es cuidar la microbiota, ya que tener una microbiota pobre y no diversificada influye directamente en el aumento de peso. Está demostrado científicamente que el equilibrio de la microbiota intestinal refuerza una pérdida de peso y reduce las posibilidades de volver a recuperarlo. Por tanto, prestar atención a este aspecto es vital para el éxito de cualquier dieta.
¿Qué es la microbiota?
La microbiota es el conjunto de microorganismos beneficiosos (alrededor de 100 trillones) que alberga nuestro cuerpo de forma natural. Cada persona tiene una microbiota diferente, ya sea porque es hijo único o tiene hermanos, el tipo de lactancia, el uso de antibióticos en la infancia o incluso por factores geográficos. Asimismo, la microbiota evoluciona con el paso del tiempo debido a factores fisiológicos (edad, menopausia, estrés), factores nutricionales (hábitos alimenticios) y factores iatrogénicos (antibióticos y otros medicamentos). Estas bacterias beneficiosas tienen diversas funciones para la salud:
- Nutrición y metabolismo: Recuperación de la energía en forma de ácidos grasos de cadena corta, producción de vitaminas o efectos favorables para la absorción de calcio, entre otros.
- Funciones de protección: Previenen de la invasión de agentes infecciosos o el sobre crecimiento de especies patógenas.
- Funciones tróficas: desarrollo y modulación del sistema inmune.