Nueva colección cápsula LOEWE X Mi vecino Totoro
Hay una inclinación natural por las emociones cálidas en este momento. Al pensar en una película que me haya consolado de esa manera –una película que hable a niños y adultos por igual– me viene a la cabeza Mi vecino Totoro. No es posible olvidar esta obra maestra de 1988.
La historia de la amistad entre Mei y Satsuki junto al mágico Totoro y sus compañeros, los traviesos conejitos de polvo (los adultos no pueden verlos, solo aquellos niños que sienten amor por ellos), es verdaderamente conmovedora. Además, representa un acto de amor por parte del autor y del equipo de Studio Ghibli, la productora cinematográfica japonesa ubicada en Tokio responsable de animar y dirigir la película. Se trata de una producción artesanal que adopta la forma de una película de animación. Compartir este compromiso con la artesanía constituye la esencia de LOEWE, así que hemos decidido crear una colección cápsula en colaboración con Studio Ghibli.
El resultado, LOEWE x Mi vecino Totoro
Loewe reinterpreta a los protagonistas de la película con una selección de prendas, bolsos de piel y accesorios de la casa. La colección celebra la poética e inmediata iconográfica de estos personajes, cualidades que han convertido a Mi vecino Totoro en un auténtico hito cultural. El proceso de colaborar con Studio Ghibli (que por cierto ha convertido a Totoro en su mascota) ha supuesto un privilegio y un encuentro creativo muy fértil.
El estudio es conocido por sus largometrajes animados, pero también ha producido numerosos cortometrajes y anuncios para la televisión. Fundada en 1985 por Hayao Miyazaki e Isao Takahata (directores) y Toshio Suzuki (productor), el estudio nos ha deleitado con obras maestras como El viaje de Chihiro, La princesa Mononoke y El castillo ambulante, además de haber recibido muchas nominaciones a los Premios de la Academia.La conexión entre LOEWE y Studio Ghibli se fundamenta en el amor que ambas firmas sienten por la artesanía y las técnicas artesanales, expresado en el lenguaje especializado de cada sector. En cuanto a la conexión entre LOEWE y Mi vecino Totoro, sin duda recae en una devoción a la naturaleza y al mundo al aire libre, y también en su apuesta por la constante innovación.
La relevancia de la naturaleza para el ser humano se ha vuelto protagonista en estos tiempos de dificultades. Mi vecino Totoro es una oda a la preservación de esa armonía, descubierta a través de formas verdaderamente mágicas.
La colección LOEWE x Mi vecino Totoro presenta a los icónicos personajes y los escenarios llenos de fantasía de la película en forma de grandes estampados figurativos, otros tipo jacquard elaborados con la técnica intarsia o en marquetería de piel, pintados a mano o transformados en pompones. Las formas holgadas evocan una relajada comodidad para el aire libre que se hace visible en las camisas, las sudaderas con capucha, los jerséis y los culottes, así como las chaquetas biker.
La fluidez que caracteriza la colección trasmite un espíritu típicamente juvenil.A la hora de incorporar estos personajes en los accesorios de piel, hemos sido especialmente cuidadosos y recurrido a nuestra propia marquetería de piel y a la técnica intarsia de la casa.
Esta técnica nos ha permitido grabar a los personajes de Totoro en las superficies de los bolsos más emblemáticos de LOEWE (Puzzle, Balloon, Hammock) y nuestros los accesorios de piel más pequeños (estuches, fundas y monederos). En el caso del bolso tote, hemos empleado una técnica especial de tapices muy meticulosa.
Las imágenes de la campaña han sido fotografiadas por la colaboradora habitual de la casa Gray Sorrenti. En este caso, la artista ha sabido capturar la esencia mágica de la conexión con la naturaleza, ideas primordiales en Mi vecino Totoro. Los modelos posan en el corazón del bosque, absortos en el típico juego infantil que consiste en esconderse, buscarse y encontrarse. La noción de la conexión se transmite a través de la luz, mientras que el asombro se hace plausible en el escenario y la narrativa.
El mensaje nos habla de una serenidad onírica y de la creatividad activa, e incide en la importancia de integrarse con la naturaleza y de encontrar al niño que todos llevamos dentro. Aunque es algo esencial en el preciso momento que vivimos, también creo que siempre lo ha sido y lo será.’